Definitivamente, Ibiza es sensacional; Punta Galera nos es una cala, mucho menos una playa; aún así, se ha convertido en uno de esos sitios donde la gente le encanta bañarse y estar; recorrer en coche los caminos que llevan a este lugar se con vierte en una aventura de lo más placentera.
Punta Galera en Ibiza, una verdadera experiencia
A escasos minutos de San Antonio, ubicamos a Punta Galera del lado oeste de la isla, compuesto por un escenario sorprendente de la costa ibicenca. Sus características muestran un tramo de roca lisa, formada por capas que sirven de terrazas planas a varios niveles, dispuestos de la mejor manera para que los bañistas extiendan sus toallas y disfruten de sol de Ibiza.
Su entorno ofrece quietud y belleza, sin chiringuitos, sin arena, sin señalizaciones, se ofrece como un territorio virgen y natural por no ser muy visitado; sin problemas en lo absoluto para disfrutar de inmersiones, la profundidad supera los dos metros y medio por toda la orilla, excepto en algunas zonas más altas que facilitan la salida al mar.
Sin duda, sus características la colocan como un lugar especial y apacible; es así como el silencio se respeta como en un templo, por lo que el lugar es buscado para la meditación, en práctica de yoga o shiatsu.
Un destino de altura
La hermosa Punta Galera, forma parte de una cantera muy antigua, conformada por terrazas naturales, buscadas para la meditación, los grupos nudistas y de los que disfrutan las inmersiones en el mar de manera tranquila y placentera; si quieres conocerla, alquila un coche y prepara tu menaje para que disfrutes a plenitud tu día.
Un espacio natural de gran atractivo, donde acantilados sirven de plataformas horizontales para ofrecer descanso a bañistas ya los que deseen solo meditar.
Por su soledad, se convierte en una playa nudista, aunque esto no impide la visita de quien quiera llevar un bañador; llena de vistas panorámicas, por donde se le mire; complace a todo lente fotográfico, tanto en el exterior como en el interior, sus aguas son clarísimas y sus entornos fascinantes, sobre todo la vista hacia la isla de Sa Conillera.
Sorprendentes escenarios
Reiteramos la belleza de sus panorámicas; atardeceres espectaculares debido a su posición hacia el oeste; ideal para la práctica de deportes de salto al agua, de buceo o snorkel, por lo que no olvides tus implementos, gafas de bucear, aletas y un buen equipo fotográfico que te permita capturar los escenarios marinos en las profundidades o fuera de ella; sus terrazas naturales son los lugares ideales para el descanso sin problema.
El camino que nos lleva a este punto es igualmente excepcional, saliendo desde Sant Antoni, entre Cap Negret y Cala Salada, conduciendo, puedes conducir disfrutando de los distintos panoramas naturales.
Por presentar estas características, no hay sombra posible en días de sol; por esta razón, hay que llevar protectores solares, sombreros, lentes de sol, y cuidarlos de la brisa, no hay donde colocar sombrillas, hay que llevar agua y alimentos, para llegar a las mejores posiciones es obligado trepar por las rocas del acantilado; así que la experiencia se convierte en una aventura deliciosa.
Paz y tranquilidad
Al llegar al lugar se aprecia la calma absoluta que genera su escenario; es así como la inmensa paz crea un silencio, que solo arrulla el sonido majestuoso del mar; por esta razón al sumergirse en sus aguas provoca sensaciones indescriptibles, el nadar rodeado de peces de colores, la hermosa fauna que existe en su fondo y luego la contemplación de la caída del sol.
Todo se conjuga para crear un grata experiencia y agradecer infinitamente a la creación divina por estos bellos escenarios que permanecen para el bienestar de los que llegan al sitio.
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